BRONX, New York.- El receptor J.C. Escarra, nacido en Hialeah, Florida, pero de raíces cubanas, está viviendo una temporada de ensueño con los Yankees de Nueva York, equipo con el que debutó en las Grandes Ligas este año.
“Es increíble estar aquí con el equipo, pero apenas estamos empezando, falta mucho, falta un mes entero de play-offs, pero vamos para todos, tenemos el equipo, estamos confiados y con Dios vamos a lograr la meta”, expresó el joven receptor con entusiasmo, reflejando la mentalidad ganadora del conjunto neoyorquino.
Escarra, de madre y padre cubanos que emigraron a Estados Unidos siendo niños, lleva consigo una historia de perseverancia familiar. Su madre llegó durante el éxodo del Mariel y su padre se estableció en Nueva York antes de conocerla ya de adulto. Esa herencia de sacrificio y superación lo acompaña en cada turno al bate y en cada juego detrás del plato.
Después de luchar por un puesto en los entrenamientos de primavera de 2025, Escarra convenció al cuerpo técnico y fue incluido en el roster del Día Inaugural. Su debut en las Grandes Ligas se produjo el 29 de marzo de 2025 ante los Cerveceros de Milwaukee, un momento que marcó el inicio de una nueva etapa en su carrera.
El 27 de abril, ante los Azulejos de Toronto, conectó su primer jonrón en las Mayores, consolidando el sueño que había perseguido desde niño y demostrando su potencial ofensivo en una organización tan exigente como la de los Yankees.
“Todo el mundo va a tener una parte en lograr el sueño de ganar la Serie Mundial. No es picheo, no es bateo, es todo el mundo juntos, vamos arriba”, subrayó Escarra, resaltando la unidad que reina en el camerino del equipo.
Antes de llegar a este momento, Escarra acumuló experiencia en el béisbol invernal, participando con Ponce en las temporadas 2022-23 y 2023-24 en Puerto Rico, con Guasave en México durante el invierno 2023-24, y más recientemente con las Águilas Cibaeñas en la temporada 2024-25 de Lidom, donde dejó una grata impresión.
“Vamos arriba, ya vamos para allá, de cinco juegos y la misma meta, para ganar. Es mejor, tres juegos se van rápido, pero ahora con cinco juegos se puede jugar más pelotas”, concluyó Escarra, optimista de cara a la serie divisional y decidido a seguir contribuyendo en la búsqueda del campeonato número 28 para los Yankees.